Y esta medianoche nos llenó
de cambios la vida, algunos empezamos el nuevo día con sabor a pérdida, con
nostalgia, con frustración, con dolor, y nos tenemos que ir a dormir con el
sabor ferroso de la derrota entre los labios, sintiendo que siempre perdimos
por tan poco.
Hasta mañana tenemos una
seguridad provisoria, después de ella, comienzan los cambios fuertes, que se
prometen como quiebres, que vienen en muchos casos a desdecir lo que
construímos de un tiempo a esta partecon tanto esfuerzo, con tanto sacrificio,
y sobre todo, con tanta esperanza.
#Elamortodolocura.
Habrá que esperar con fe. Habrá que encontrar la esperanza en medio de la lucha
por la defensa de la vida, esa que queremos, esa sabemos que podemos soñar
tranquilos, porque es posible.
Hay que darle tiempo al
tiempo y a los nuevos escenarios, que es inevitable ya que lleguen.
Luchamos con fuerzo,
apostamos siempre a más, tuvimos en cuenta todas las voces posibles, y todos
los escenarios, nos escuchamos, y aprendimos de nuestros errores para seguir
mejorando. Pero no bastó. Las tensiones inevitables llegaron hoy a un límite
devastador, e irreversible. Las cosas estallaron. Esta medianoche todos
gritaron con alegría y repudio prácticamente a una voz. Entre vitoreos e
insultos, todo quedó manifiesto.
Debajo de lo que muchos
anhelamos, debajo de nuestros sueños, debajo de nuestro asfalto, todo un mundo,
entero, por contrapunto invertido habitaba con hastío. Y es se pueblo, otra
mitad de nuestra realidad, se hizo escuchar, y materializó sus voces en
acciones, en desiciones, e hizo inevitable, consecuentemente al cambio.
Esta noche, por política o
no, #cambiamos todos.
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