Me gusta el cielo
cuando se pone amarillo de lluvia.
Me gusta pensar que el cielo no es
celeste
sino que es vibrante, fouvista.
Me gusta verlo amarillo, naranja,
celeste, rosa, gris claro, gris plomo,
rojo de tormenta y eléctrico de
bravura.
Allá arriba el cielo,
(Me gusta hablar del cielo,)
y acá abajo en colores, la vida.
(me gusta hablarle al cielo,)
y escribir poesía tomando tereré,
con sabores frescos
y colores vibrantes, emotivos,
apasionados.
Me gusta el cielo, tanto como la vida.
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